De alguno de los libros donde trataba de aprender mi poco inglés, recuerdo esta frase: “Where there is a will, there is a way”. Traducido literalmente dice: “Donde hay una voluntad, hay un camino”. Otros lo traducen como “Querer es poder”.
Al ver hoy en la prensa los titulares de la entrega de los contratos de adhesión, 720 de ellos, del oligopolio Banquero que se negaba sistemáticamente a entregarlos, acompañados de las dos asociaciones que le sirven: La superintendencia de Bancos y el ABA (Asociación de Bancos Comerciales de la RD…), frente a de una humilde y en apariencia frágil criatura, pero con una voluntad de hierro, que libró una guerra contra ese poder tan solo armada con la ley, la razón y la opinión pública, tiene uno que congratularse y descubrirse reverente ante esa dama que tiene simbólicamente uno materiales colgantes, que ya lo envidian entre otros muchos, el Chapulín Colorado de ojos verdes, que preside la mal llamada Comisión de Ética y el encargado de la Procuraduría contra la Delincuencia.
Pudo escucharse al Superintendente decir, que aunque ellos lo habían examinados, 4 ojos ven más que dos… y al Presidente del ABA contestar que no lo habían entregado hasta dejar establecida la mecánica de entrega de los documentos. En realidad tiene razón, el meterlos en un sobre, anexarle una cartita de remisión y enviarlo vía mensajero de a motor o Mercedes Bentz, a su elección, es algo extraordinariamente difícil y complicado. ¡Qué bueno que además ahora están dispuestos a cooperar y hasta a examinar y corregir clausulas que pudiesen ser lesivas a sus clientes!
¿Había que llegar a estos extremos? Siempre obviamos la manera más feliz y directa de salir de cualquier problema, que es cumplir la ley, pedir excusas, corregir la falta y ya.
La justificación más socorrida de algunos funcionarios para no cumplir la ley y su responsabilidad, es la falta de dinero. Pro Consumidor, con demasiadas precariedades, hace su trabajo con seriedad y vocación. Desgraciadamente aun no abarca todo el ámbito de su ley, pero fui testigo del siguiente caso. En meses pasados Procon dio unos certificados de reconocimiento a varias instituciones que a su juicio se lo merecían. Una de ellas, a los pocos días envió una carta de agradecimiento y anexó un donativo para los fondos de la institución de $100,000. Pro-consumidor se debate en limitaciones presupuestarias y en ese momento solo tenía una o dos camionetas para sus inspecciones. La señora Directora tomó el cheque, lo metió en otro sobre y se lo devolvió, agradeciéndoles el gesto, pero diciéndoles que estaba imposibilitada de aceptarlo, pues no podía tener ninguna limitación a sus actuaciones futuras.
Ojalá muchos funcionarios y no funcionarios hagamos procesión por la Av. Charles Summer a ver si algo se nos pega. De seguro tendríamos un mejor país, un país con futuro.
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