La cita fue el miércoles 30 de marzo en el estadio Olímpico, las puertas estaban abiertas desde las  tres de la tarde y el show empezó a las 6:00 pm.  La animación y presentación de los artistas de la noche estuvo a cargo de   Milton Cordero  mejor conocido como Lechuga.  A pesar  de que la mayor parte del público llegó pasadas las siete de la noche (lo que es totalmente lógico tomando en cuenta que era mitad de semana)  las presentaciones empezaron a la hora pautada y cabe resaltar que  las bandas que se presentarían antes de la estrella colombiana  tuvieron muy buena participación.

Cuando yo llegué ya habían tocado  Hector  Anibal y Bocatabú , justo estaba subiendo al escenario Secreto “el famoso biberón” quien aunque se ha vuelto muy popular en las calles  hacía su debut  en un evento de la magnitud de este y he de confesar que lo hizo muy bien,  el público recibió con entusiasmo su participación, buen desenvolvimiento ( al punto de anunciar que había conseguido su VISA :p) …. Pasó la prueba de fuego.  Luego Vicente García nos  volvió a enamorar con sus canciones (hay que poner atención a este chico que poco a poco se está ganando a fuerza de talento su lugar en el gusto del público), Ilegales nos hizo recordar buenos momentos y nos puso a liberar energías brincando. sale lechuga a despedir la agrupación dominicana y anunciar la aparición en el escenario del cubano Pitbull y su repertorio musical, el cubano como siempre se la lució con su estilo pero se pasó un poco con los comentarios cargados de doble sentido – el  lugar estaba repleto de niñas que fueron a mover las caderas con Shakira y salieron con su mente contaminada de malas palabras y comentarios vulgares –de todos modos encendió el ambiente, tuvo buena respuesta del público y se despidió después de un tiempo prudente. Ya se habían presentado todos los que iban a preparar el ambiente para recibir a la más esperada de la noche (Shakira), el estadio estaba full (casi cincuenta mil personas) lechuga salió a despedir a pitbull  y apelando a  la consigna del 4% para la educación pidió al público presente cooperar con la seguridad y mantener el orden al momento que se despedía (porque a la cantante colombiana nadie la presenta).

Pasaron casi dos horas  de calor, ansiedad, desinformación y ni un DJ para entretenernos, la desesperación se empezaba a apoderar del público que molesto abucheaba a los organizadores del evento, las niñas agotadas y aburridas se dormían en los brazos de sus padres hasta que pasadas las once de la noche  (a las 11:10 pm para ser exactos) apareció envuelta en una manta roja la cantante colombiana para iniciar su show. Las pantallas laterales que permitían apreciar el show al público de gradas y habían funcionado bien simplemente no quisieron prender y el sonido falló en unas cuantas ocasiones lo que generó que en medio del show hubieran mas  abucheos. Ella cantó sus canciones viejas, bailó de forma espectacular, dió participación a “El Cata” para cantar “Loca” pero no fue suficiente para borrar el mal rato que había pasado el público. Después de interpretar “Ojos Así” se despidió y como a los 20 minutos regresó con un atuendo diferente que la hacía lucir angelical y fashion (realmente la chica es muy linda) pero la gente ya se empezaba a retirar, dos canciones más y se cerró con el famoso “Waka Waka”.

Sinceramente yo esperaba al día siguiente un comunicado de los organizadores disculpándose con el público por los inconvenientes, porque aquello fue sin  lugar a dudas una falta de respeto que empaña tanto la imagen del empresario artístico que trajo a Shakira  como de los patrocinadores del evento. Al otro día  no se hicieron esperar las criticas en la prensa escrita – aunque  hubo un diario de circulación nacional que había puesto en primera plana que el espectáculo había sido un éxito (no entendí)  – y los medios digitales donde con toda libertad la gente se quejó de lo que pasó aquella noche.

Finalmente aunque cantamos y bailamos con la famosa colombiana y sus éxitos musicales, el show no borró el malestar y la indignación que generaron los “baches” en la organización.