Aquella etapa de la vida en la que somos capaces de tomar nuestras propias decisiones sean o no acertadas o bien acojidas, que más da, ahora es el momento para equivocarnos, es también la etapa donde estamos llamados a observar, analizar, decidir y reaccionar en cuanto a nuestra sociedad tal cual es y como queremos que sea.

Actualmente nos encontramos atravensando por un momento de crisis, y cuando hablo de crisis no me refiero solo a la crisis socio-económica y política, es también la crisis de valores, de desgano en el esfuerzo y de sueños que cumplir, y es que tenemos ese fervor de querer hacer “algo”que aporte, que genere el cambio que buscamos pero pocos somos lo suficientemente arriesgados para dejar de lado la utopía y optar por un pragmatismo controlado en donde seamos parte de un proyecto de mejoramiento que progrese desde dentro y aflore con resultados completamente palpables.

Atendiendo a una expresión que leí hace algunos días de uno de los candidatos a la presidencia de nuestro país durante el foro “Ágora 2011” y cito: “Si sienten que los políticos están dañados, penetren los partidos y ocupen los espacios” entonces recapitulo los diversos escenarios donde tenemos oportunidad. Optemos por hacer mas, integración es la clave, trabajo en equipo es el medio para conseguirlo y recordar siempre que según Ernesto Guevara “La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud”.