Jennifer Valentino-DeVries / WSJ
El incremento del uso de las computadoras tipo tableta está demostrando tener beneficios imprevistos para los niños que tienen problemas de habla y comunicación, y ese uso podría suponer una amenaza en una industria en la que los aparatos especializados pueden costar miles de dólares.
Hasta que recibió un iPad a los 2 años, Caleigh Gray no podía responder a preguntas que requerían un “sí” o un “no” como respuesta. Ahora Gray, a quien se le diagnosticó parálisis cerebral, usa una aplicación que cuesta US$190 que dice en voz alta las palabras asociadas con las imágenes que toca en el aparato fabricado por Apple Inc.
“Ya no tenemos que estar peleando para demostrarle a la gente que es una niña inteligente, porque eso ahora es evidente una vez que la ven usando su iPad”, dice la madre de la niña, Holly Gray, quien explicó que su hija usa la tableta para identificar colores o para decir que quiere salir.
El software, llamado Proloquo2go, fabricado por Assistive Ware BV, forma parte del creciente número de aplicaciones destinadas a personas con dificultades en el habla que han sido desarrolladas para los aparatos de Apple.
Algunas de las aplicaciones ofrecen imágenes que los usuarios pueden apretar para escuchar el sonido de una palabra; otras guían a los estudiantes a través de cuentos para enseñarles patrones básicos del habla.
Las compañías también están planificando lanzar este tipo de programas para las tabletas que próximamente aparecerán en el mercado y que operarán con el software Android de Google.
El presidente ejecutivo de Apple, Steve Jobs, dijo en una entrevista que espera que el diseño fácil del iPad haya ayudado a los niños con necesidades especiales a familiarizarse con el aparato más rápidamente, pero que su uso en terapias no era algo que los ingenieros de Apple podrían haber previsto.
Steve Jobs toma nota
“No nos atribuimos ningún mérito por esto y no es nuestra intención”, dijo Jobs y agregó que los correos electrónicos que recibe de padres lo conmueven. “Nuestra intención es decir que algo está pasando aquí y que los investigadores deberían echarle una mirada”, explicó.
Los aparatos especializados en el habla de compañías como DynaVox Inc. y Prentke Romich Co. tienen precios que van de US$2.500 a US$15.000 para un modelo que utiliza el movimiento de los ojos de personas que están paralizadas para permitirles seleccionar palabras en una pantalla.
El precio de estos aparatos cubre los materiales necesarios para que sean duraderos, servicios de reparación que son frecuentemente necesarios para los pacientes discapacitados así como un complicado software, explica Ed Donnelly, presidente ejecutivo de DynaVox.
El ejecutivo señala que el iPad puede ser una alternativa “para un segmento muy pequeño” de personas que compran los aparatos de su empresa, pero hizo notar que DynaVox acaba de presentar un producto de pantalla táctil, llamado Maestro, que se parece a las computadoras tipo tableta. Cuesta US$7.820.
“Como pasa con todos los aparatos especializados, nuestro problema es que no podemos aprovecharnos de las economías de escala. Posiblemente vendamos unos miles por año”, señala Russell Cross, director de aplicaciones clínicas en Prentke Romich. Dice que el negocio de su empresa no ha sufrido como consecuencia de la competencia de los aparatos de uso general.
“No es que la gente súbitamente haya dejado de comprar estos productos. Siempre hemos sido muy conscientes de que la necesidad de aparatos especiales es mucho más grande que la oferta real”, reconoció.
En Estados Unidos, los aparatos especializados están cubiertos por la mayoría de los seguros, tanto los del gobierno como los privados. Pero el iPad —que cuesta entre US$499 y US$829— y otras computadoras en general no lo están.
Los seguros del país no cubren las computadoras tipo tableta, aún cuando pueden costar menos que los aparatos especializados, dice Andrea Abramovich, una foniatra e instructora en la Universidad Estatal de Nueva York.
Muchas de las aplicaciones para el habla han estado disponibles en las computadoras tradicionales y en aparatos de pantalla táctil más pequeños, pero los padres y los terapeutas dicen que las computadoras tipo tableta ofrecen más opciones para los niños. “Es portátil y algo que puede llevar, pero también es lo suficientemente grande como para ser accesible”, opina Shannon Rosa, una escritora cuyo hijo de 9 años, Leo, es autista y utiliza un iPad. “No hay una analogía de cursor que necesite aprender; es una conexión directa”.
Los expertos y terapeutas aseguran que les gustaría ver una serie de cambios en el iPad para hacerlo más fácil de usar por niños con discapacidades, como por ejemplo la capacidad para que los padres puedan bloquear las aplicaciones para que los niños no puedan borrarlas, o ajustes para que las personas con problemas motores no abran aplicaciones accidentalmente.
Via: WSJ
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