Uno es un veterano de mil batallas en Grandes Ligas, jugando en su tercera Serie Mundial y autor de un hit de oro para que su equipo se coronara hace 13 años. El otro está participando en su primera postemporada, después de trabajar duro para ganarse un espacio en Grandes Ligas a los 32 años.
Edgar Rentería y Andrés Torres han tenido trayectorias bien distintas en el béisbol, pero el colombiano y el puertorriqueño se combinaron el domingo para ayudar a poner a los Gigantes a ley de una victoria de ganar su primera Serie Mundial desde 1954.
En la victoria por 4-3 de San Francisco sobre Texas en el Juego 4, Rentería se fue de 4-3 con una anotada, mientras que Torres brilló con el madero con dos dobles, un sencillo, una empujada y una anotada para poner los Gigantes arriba 3-1 en el Clásico de Otoño.
“Hicimos tirar al pitcher de ellos (el abridor Tommy Hunter)”, dijo Rentería después del partido. “Hicimos un buen plan para que tirara muchos pitcheos, le dimos foul a muchos, y cuando tuvimos la situación de empujar lo hicimos. Creo que ésa fue la clave”.
Ha sido notable el repunte de Rentería en estos playoffs. El oriundo de Barranquilla ha pasado de ser un jugador lesionado y prácticamente olvidado en la segunda mitad de la temporada regular a ser pieza crucial en las aspiraciones de San Francisco de coronarse campeón. En lo que va de la Serie Mundial, el torpedero lleva de 14-6 (.429), con un cuadrangular, tres empujadas y cinco anotadas.
¿Cuál ha sido la clave para el colombiano en estos últimos días?
“La confianza”, dijo Rentería. “Tengo confianza conmigo mismo. Y estar saludable”.
Aparte de su talento y su veteranía, estar en salud parece ser la clave para el pelotero de 34 años. Ya recuperado de lesiones en la corva y en el bíceps, ha aprovechado la oportunidad de volver a ser titular como paracorto de los Gigantes. Afirma que tiene aproximadamente una semana y media que está en plenas condiciones.
“Me siento bastante bien y las cosas se me están dando”.
Un aspecto importante del impacto que ha tenido Rentería en este equipo es la actitud que asumió cuando se encontró fuera de acción. En vez de quejarse o tenerse pena, siguió trabajando, esperando su oportunidad.
“Es uno de los mejores compañeros de equipo que he tenido”, dijo el relevista boricua de San Francisco, Javier López. “Cuando no estaba jugando mucho, eso no lo alteró. Es un profesional todo el tiempo”.
TODO UN VETERANO
Rentería siempre será recordado por su batazo de oro en el Juego 7 de la Serie Mundial de 1997, cuando en extrainnings empujó la carrera de la victoria por los Marlins vs. los Indios.
Pero ahora está escribiendo otro capítulo en su carrera en Clásicos de Otoño. Después del Juego 4 aquí, el colombiano batea .333 (60-20) en 15 juegos de Serie Mundial con la Florida (1997), San Luis (2004) y ahora San Francisco. De hecho, lleva el décimo mejor promedio en la historia del evento entre los jugadores que han agotado al menos 60 turnos.
“Edgar ha pasado por esto”, dijo el manager de los Gigantes, Bruce Bochy. “Los muchachos lo admiran. Tiene ese liderazgo que quieres de un veterano.
“Ha sido una influencia para tranquilizar a todos, con la forma en que juega y cómo juega para ganar”, continuó el piloto. “Ha levantado a este equipo. Ha tenido un año difícil con la lesiones, pero eso probablemente lo ha beneficiado un poco porque está fresco”.
TORRES, DEL ANONIMATO AL MAYOR ESCENARIO
Ya se ha contado muchas veces este año la interesante historia del boricua Torres y cómo trabajó tanto en liga menor para aprender a batear.
A base de puro sudor se convirtió en titular de los Gigantes en los jardines en el 2010, y después de un letargo al principio de estos playoffs, se ha destapado bateando de hit en sus últimos siete partidos de la postemporada.
El domingo, conectó tres indiscutibles. Empujó a Rentería con uno de sus dos dobles y en sentido general ha sido la bujía de la ofensiva de los Gigantes. Lleva de 18-6 en la Serie Mundial, con un jonrón, cuatro dobles, tres empujadas y cuatro anotadas.
“He tratado de ser más paciente”, dijo Torres al hablar de su reacción al bate contra Filadelfia y Texas. “He tratado de calmarme, ver la bola y darle”.
Sin dudas, Torres es quien establece el tono de la ofensiva de los Gigantes como primer bate. Volvió a hacerlo con sencillo dentro del cuadro abriendo el partido del del domingo.
“Siempre lleva energía, siempre va a toda marcha”, dijo López. “Cuando se embasa siempre va a hacer que algo pase. Lo demostró hoy, nos dio un buen comienzo y le puso presión a la defensa. Cuando tienes alguien con velocidad como él, eso le pone presión a la defensa y pasan cosas buenas”.
Ahora, después de tanto trabajar, Torres está a ley de un triunfo de su equipo para convertirse en campeón.
“He pasado mucho tiempo en las menores, tratando de aprender a batear y todo eso”, dijo el nacido en Aguada. “Pero ha sido una bendición estar con los Gigantes y el grupo de muchachos aquí. Todo ha sido increíble.”
Via: MLB
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