Chocolates, donas azucaradísimas y papas fritas. ¿Los enemigos de toda dieta? Parece que no. Un nutricionista de Estados Unidos quiso demostrar que lo que importa a la hora de bajar esos kilitos de más es la cantidad de calorías que se comen y no el tipo. Para eso, se pasó dos meses a pura comida chatarra, eso sí en pequeñas cantidades. El resultado: bajó más de 12 kilos.
El experimento para Mark Haub, profesor de nutrición de la Universidad de Kansas, duró 10 semanas,. Durante ese tiempo, el investigador solo se alimentó con comida chatarra cada tres horas en vez de las típicas recetas light que copan las dietas tradicionales.
Pero para que no todo fuera cacao y dulce de leche –su dieta estaba basada en barras de chocolate- Haub sumó Doritos, cereales azucarados, minibudines, muffins, golosinas y galletitas Oreo.
Haub, que tenía sobrepeso y un índice de masa corporal de 28,8, quería demostrar que a la hora de adelgazar lo que importa es la cantidad de lo que se ingiere y no el valor nutricional de los alimentos.
Para eso, se puso a prueba frente a sus alumnos. Diseñó una dieta de 1.800 calorías pero cargada de chocolates, dulces y azúcares. Así, redujo en casi un 30 por ciento sus habituales 2.600 calorías diarias.
Tras las 10 semanas de golosinas, Haub sorprendió. La balanza marcó 78 kilos con 420 gramos. 12 kilo, 240 gramos menos que su peso inicial.
Ante las especulaciones sobre qué había pasado con otros indicadores de salud, Haub volvió a dejar a todos con la boca abierta. Su colesterol malo de Haub o LDL bajó un 20 por ciento y su colesterol bueno o HDL subió otro 20 por ciento más. Y sus triglicéridos cayeron un 39% contra todos los pronósticos.
A pesar de los buenos resultados que obtuvo, este experto en nutrición desaconsejó seguir sus pasos. “No estoy diciendo que esto sea una buena opción que hacer”, dijo.
Aunque los dos tercios de lo que consumió era pura comida chatarra, Haub tomó vitaminas, un batido de proteínas por día y poquitas verduras: apio y chauchas.
El experimento de Haub buscó también llevar una respuesta a las personas que viven en zonas con difícil acceso a las verduras.
“Estos alimentos son consumidos por mucha gente”, dijo. “Bajar de peso podría ser una cuestión del tamaño de las porciones y la moderación en lugar de evitar ciertas comidas totalmente. Puede ser saludable comer solo verduras, pero no es realista”, explicó.
“Es un gran recordatorio de la pérdida de peso que las calorías cuentan”, señaló Dawn Jackson, un nutricionista de Atlanta. La gran duda que plantea este método es el largo plazo.
Via: Clarin
Comentarios Recientes