Científicos descubrieron que una especie de grillo tiene testículos que representan el 14% de su peso corporal.
Esto lo convierte en el animal con los testículos más grande en proporción a su cuerpo, afirman los investigadores en la publicación Biology Letters (Letras de Biología).
El estudio sobre las estrategias de apareamiento de este insecto mostró que, a pesar del tamaño de sus gónadas, los grillos liberan sólo pequeñas cantidades de esperma durante cada cópula.
Esto revela que los testículos grandes les sirven para aparearse con muchas hembras sin tener que producir grandes cantidades de esperma para cada encuentro sexual.
Otras investigaciones llevadas a cabo con varias especies del reino animal han demostrado que el tamaño de los testículos está relacionado al grado de promiscuidad dentro de cada especie.
Entre más parejas tienen las hembras, es probable que mayores sean las gónadas de los machos.
Pero el nuevo estudio descubrió que la dimensión de los testículos no necesariamente está relacionada con la cantidad de esperma producida, lo cual contradice las teorías establecidas.
Se pensaba que el macho que ofrece más esperma tiene más probabilidades de reproducirse. Y varios experimentos con animales vertebrados, incluidos los primates, habían apoyado esta idea.
Sin embargo, el nuevo trabajo ofrece una hipótesis alternativa: los testículos más grandes permiten tener un número mayor de parejas sexuales y no una cantidad más grande de esperma para fertilizar a una sola pareja.
Los investigadores de la Universidad de Derby, Inglaterra, que llevaron a cabo el estudio, quedaron muy sorprendidos cuando vieron el tamaño de las gónadas de este saltamontes (Platycleis affinis).
El insecto que le hace la competencia más cercana es una especie de mosca de la fruta (Drosophila bifurca), cuyos testículos representan el 10,6% de su peso corporal.
Y comparado proporcionalmente, si el hombre tuviera este tamaño de gónadas pesarían cinco kilogramos cada uno.
“No podíamos creer el tamaño de estos órganos”, dice el doctor Karim Vahed, un biólogo especializado en evolución que dirigió la investigación.
Cuando los científicos analizaron la cantidad de esperma que estos grillos producían cada vez que se apareaban, también quedaron sorprendidos.
“Los machos con testículos grandes en realidad producen cantidades más pequeñas de esperma para eyacular”, le explicó el científico a la BBC.
“Esto apoya la hipótesis alternativa. Es decir, el tamaño está relacionado con el número de hembras diferentes que el macho puede fertilizar y no con tener éxito reproductivo con cada una de ellas”.
Por su parte, el doctor James Gilbert, de la Universidad de Cambridge, que también participó en el estudio, afirmó: “Tradicionalmente hemos asumido que, cuando las hembras son promiscuas, los machos usan testículos de tamaños monstruosos para liberar cantidades enormes de esperma y superar a la competencia, incluso en los primates”.
“Nuestro estudio demuestra que tenemos que replantearnos esta creencia. Lo que parece ocurrir es que los testículos son grandes simplemente para permitirles a los machos aparearse repetidamente sin agotar sus reservas de esperma”, dijo el científico.
Los investigadores afirman que un mensaje importante de este estudio es que “no debemos esperar que en todas las especies se apliquen las mismas reglas y ocurran las mismas situaciones”.
Via: BBC
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